JOSEP PALANCA

La fascinación de Josep Palanca por el mundo de los títeres empezó en su infancia y pronto se convertiría en un joven curioso que buscaba el rastro de los títeres por la València de los años 50 y 60. En la década de los 60 empezó su carrera profesional como cantante melódico y se le podía ver actuar con frecuencia en los teatros Alcázar, Apolo o Ruzafa de València. Durante los años 70 y 80 es un actor de referencia en algunos géneros como la comedia musical y el sainete. En 1983 participa en el espectáculo Hasta aquí llegó la riada y en 1987 en la Comedia de las equivocaciones, ambas bajo las órdenes del director Juli Leal. La década de los 90 es la más prolífica en su faceta de actor. Participa en las producciones del Centre Dramàtic de la Generalitat Valenciana Funció de gala (1990) y Gresca al Palmar (1991). En 1993 forma parte del reparto de La isla del Tesoro, dirigida por Ramón Moreno y poco después participa en varios sainetes producidos por Canal 9 Televisió Valenciana. Su trayectoria profesional es reconocida por la Generalitat Valenciana en el año 2000 al concederle el Premio Honorífico Pedro del Río.

Paralelamente, Josep Palanca busca su lugar en el ámbito de las artes plásticas. Empieza a dedicarse seriamente a la pintura y en el año 1968 consigue el Premio Senyera que otorga el Ayuntamiento de València. También se dedica al modelado y pintura de monumentos falleros y más tarde ya participa en espectáculos profesionales de marionetas, seguramente porque este género teatral tenía una dimensión plástica muy atractiva para Palanca. Trabajó con l’Entaulat Teatre y Naná Teatre. Finalmente creó su propia compañía en el año 1990: Los títeres del tío Palanca.

BAMBALINA TEATRE PRACTICABLE

En el año 1981 un grupo de amigos se reunía en Albaida atraído por el mundo del teatro. En octubre de aquel mismo año presentaron su primer espectáculo, una especie de divertimento familiar que compartieron con amigos y vecinos del pueblo. Pero el mundo de la creación escénica les absorbió inmediatamente y empezaron un intenso camino de experimentación en el campo teatral que les llevaría a profesionalizarse en el año 1985.

De esta primera etapa son los espectáculos Moviscopi (1985) y Ferrabràs (1987). El primero se estrenó dentro de la I Mostra de Titelles a la Vall d’Albaida e incorporó por primera vez la técnica de hilos, un reto que asumió la compañía a partir del curso que hizo Vicent Vila con el profesor alemán Albert Roser. Aquel Mismo año Moviscopi participa en el Festival Mondial des Marionnettes de Charleville (Francia), el referente más importante para los titiriteros del mundo. Ferrabràs responde a una clara necesidad de crecimiento que tiene la compañía y eso conlleva la colaboración con otros profesionales. Pep Cortés se hará cargo de la dirección escénica y Ramón Cardo de la musical. Aquel espectáculo consiguió un nivel de producción muy respetable y más tarde se editó un LP con la banda sonora, donde participaron algunas jóvenes promesas del jazz valenciano como Ricardo Belda o el mismo Ramón Cardo.

Pinocho (1989): Carlo Collodi creó en 1881 al más universal de todos los títeres, Pinocho. Este describe una trayectoria vital muy inquieta que no es más que un itinerario iniciático en el que un títere quiere llegar a ser niño. A lo largo de este camino tropieza con muchas dificultades, que resuelve unas veces con atrevimiento y tozudez y otras con ternura y esmero. Pinocho sintetiza el esfuerzo inagotable que todo niño hace por alcanzar el idealizado mundo de los adultos. En este espectáculo coexisten la interpretación actoral y la fabulación de los títeres, pero el peso de la función recae paulatinamente sobre estos últimos y a ellos se deben los momentos escénicos más espectaculares.

Pinocho fue una producción del Centre Escalante, que depende de la Diputación de València. El primer centenario de la muerte de Carlo Collodi coincidió con las representaciones de Bambalina en València. El espectáculo se presentó durante los años 1989 y 1990, y se realizaron más de 250 representaciones, con una incidencia sobre más de 100.000 espectadores.

Aladino (1990): Espectáculo basado en el cuento de Las mil y una noches en el que se desarrolla plenamente la técnica de hilos. El espectáculo fue producido por el Circuito Teatral Valenciano y realizó un total de 103 funciones. Los marionetistas que hicieron posible esta gira fueron: Amparo Sanjuán, Eva Blasco, Josep Calatayud y Josep Policarpo.

El fantasma de Canterville (1996): Este espectáculo pertenece a un momento de consolidación de la compañía, que ya cuenta con más de 10 años de trayectoria profesional. Sus miembros están en plena expansión creativa, han presentado algunos espectáculos de éxito y ha empezado también el reconocimiento internacional. El fantasma de Canterville se inscribe en la línea de producción de espectáculos para todos los públicos con una clara voluntad de diversión. A partir de la obra de Óscar Wilde, Bambalina continúa experimentando con los lenguajes teatrales y avanzando en las técnicas de animación, que ya tienen un sello muy personal. Elementos fantásticos, terror y humor, un cuento del siglo XIX con guiños al espectador actual. Tres actores -Esperanza Giménez, Ion Ladarescu y Josep Policarpo- al servicio de una historia de fantasmas, conducida por el director Ramón Moreno.

GRUPO LA ESTRELLA (VALÈNCIA)

Año de creación 1978. Está integrado por Gabriel Fariza (falleció en 2019) y Maite Miralles. Han colaborado como guionistas, diseñadores y animadores en los programas de TVE La Cometa blanca, Barrio Sésamo, Gente Menuda, Apaga y vámonos, Robinson y nuestro carro. Han realizado más de 3.000 representaciones en giras por España, Portugal y Sudamérica.

En abril de 1995 inauguran una sala de títeres: El teatro La Estrella, con carácter estable donde presentan regularmente sus espectáculos. Además de las funciones, realizan actividades paralelas como exposiciones, cursos, etc. Esta es la primera iniciativa de carácter privado que se consolida en la Comunidad Valenciana.